Carta de amor...
Hay cosas en la vida que llegan realmente a cambiar a las personas... ¡y de qué manera!
Tú has llegado y me has transformado todo mi espacio, hacía mucho tiempo que no caminaba sola por ahí. Esta tarde me senté a mirar el cielo, estaba precioso, las nubes cubrían parte del sol, y los rayos del este salían por encima de ellas dejando sus trazos en el azul tan lindo de una tarde de verano.
Hubiera dado tanto por regalarte o regalarme ese momento a mi lado y a tu lado, hubiera sido capaz de hacerte una poesía. Aún no me logro explicar, cómo es posible que estés de esa manera en mi mente, ya no logro caminar mirando ni siquiera al frente, no tengo ganas de mirar a nadie, lo único que tengo en la cabeza es tu imagen, tu ternura deslumbrante, tu rostro de rasgos recios, tu mirada ingenua de niño grande, tus labios que invitan al beso.
Donde quiera que voy me acompaña tu silueta, y me siento tan bien de sólo imaginarte.
Te siento tan real como si estuvieras conmigo en este momento. Sé que son pocos días, sé que regresaré rápido, sé incluso que te escribiré cada vez que pueda, que no dejaré de pensarte, primero porqué no quiero, luego porque no puedo.
¿Recuerdas cuando te dije que era demasiado apasionada? ¿que me entregaba al amor sin pensarlo? Ahora puedo decirte con certeza, sin temor a equivocarme y con la respuesta que debí darte la vez que me preguntaste, porque la tengo, ¡ahora sí la tengo!
Me estoy enamorando de ti, en el sentido literal de la palabra, lo interesante es que deseo que suceda, quiero formar parte de tu vida, de tu día a día, de tu familia, de ti, quiero quererte, idearte, soñarte, amarte.
Sé que son pocos los días, pero sufriré cada minuto, cada segundo, porque para mí es demasiado, porque quiero tenerte a cada segundo, y no te tengo, y esta vez, ni siquiera tus palabras a través de un monitor, sólo algunas pocas, pero no dejes de escribirme.
Amor, hazlo todos los días, yo haré lo mismo, no soporto ni siquiera la idea de no tener noticias tuyas.
Estaré perdida vagando por ahí como una sombra buscando su dueño hasta que regreses... me muero por verte, tengo ganas de tocarte, abrazarte, acariciarte, besarte, mirarte, hacerte el amor, y tantas cosas...
Te dije una vez que era transparente como el cristal y que jamás traicionaba a la persona que quiero, que amo... y yo te estoy queriendo esta carta, te estoy amando, y no poco mi amor, lo estoy haciendo mucho más de todo lo que soy o puedo dar. Desbordé el limite de mi amor contigo, y no quiero perderte nunca.
Muchos besos Amor.
Tú has llegado y me has transformado todo mi espacio, hacía mucho tiempo que no caminaba sola por ahí. Esta tarde me senté a mirar el cielo, estaba precioso, las nubes cubrían parte del sol, y los rayos del este salían por encima de ellas dejando sus trazos en el azul tan lindo de una tarde de verano.
Hubiera dado tanto por regalarte o regalarme ese momento a mi lado y a tu lado, hubiera sido capaz de hacerte una poesía. Aún no me logro explicar, cómo es posible que estés de esa manera en mi mente, ya no logro caminar mirando ni siquiera al frente, no tengo ganas de mirar a nadie, lo único que tengo en la cabeza es tu imagen, tu ternura deslumbrante, tu rostro de rasgos recios, tu mirada ingenua de niño grande, tus labios que invitan al beso.
Donde quiera que voy me acompaña tu silueta, y me siento tan bien de sólo imaginarte.
Te siento tan real como si estuvieras conmigo en este momento. Sé que son pocos días, sé que regresaré rápido, sé incluso que te escribiré cada vez que pueda, que no dejaré de pensarte, primero porqué no quiero, luego porque no puedo.
¿Recuerdas cuando te dije que era demasiado apasionada? ¿que me entregaba al amor sin pensarlo? Ahora puedo decirte con certeza, sin temor a equivocarme y con la respuesta que debí darte la vez que me preguntaste, porque la tengo, ¡ahora sí la tengo!
Me estoy enamorando de ti, en el sentido literal de la palabra, lo interesante es que deseo que suceda, quiero formar parte de tu vida, de tu día a día, de tu familia, de ti, quiero quererte, idearte, soñarte, amarte.
Sé que son pocos los días, pero sufriré cada minuto, cada segundo, porque para mí es demasiado, porque quiero tenerte a cada segundo, y no te tengo, y esta vez, ni siquiera tus palabras a través de un monitor, sólo algunas pocas, pero no dejes de escribirme.
Amor, hazlo todos los días, yo haré lo mismo, no soporto ni siquiera la idea de no tener noticias tuyas.
Estaré perdida vagando por ahí como una sombra buscando su dueño hasta que regreses... me muero por verte, tengo ganas de tocarte, abrazarte, acariciarte, besarte, mirarte, hacerte el amor, y tantas cosas...
Te dije una vez que era transparente como el cristal y que jamás traicionaba a la persona que quiero, que amo... y yo te estoy queriendo esta carta, te estoy amando, y no poco mi amor, lo estoy haciendo mucho más de todo lo que soy o puedo dar. Desbordé el limite de mi amor contigo, y no quiero perderte nunca.
Muchos besos Amor.
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