Mi propia historia de amor

El arte de amar

Hace algunos años atrás cuando inicié este blog, creí que a esta fecha el contenido sería mayor, para entonces tenia tantas ideas y creía que no pasaría mucho tiempo para ser reconocid@ por mis electores; sin embargo fui protagonist@ de mi propia historia de amor o desamor debería decir; si mis estimados lectores, caí pres@ de aquello que todos conocemos como Amor, por mucho tiempo estuve sumergid@ en una profunda depresión que me llevó a distanciarme de toda inspiración para escribir, pero hoy puedo decir que después de mi duelo he renacido como el ave fénix y a partir de este escrito quisiera compartir con ustedes parte de mi propia experiencia en pequeños escritos que iré publicando, además de seguir escribiéndole al amor, ese sentimiento que te lleva a conocer lo mas hermoso de un ser.

He sido tímida por naturaleza, siempre creí en el amor, ese amor que se profesan los amantes en todos las creaciones literarias, no creo ser inocente por creer en ello; existe! ahora lo sé; pero también existen sentimientos que restan, es decir, creo que lo único perfecto en este mundo es la creación, lo que se viene después varía de acuerdo al tiempo y espacio.

Lo conocí cuando inicié los estudios superiores, el fue para mí un ángel caído del cielo, no es novela! llegó a mi vida en el momento en que mas necesité ayuda y fue para mi un bálsamo además de vino porque terminé embriagada de amor por el. Íbamos a la misma materia ese semestre, yo era nueva no solo en la universidad sino también en la ciudad, no tenía amigos y además de los problemas en casa ya se podrán imaginar como me sentía. Son en esas situaciones en el que realmente necesitas tan solo un abrazo, alguien en quien sentir apoyo, un refugio para olvidar por instantes las penas, cargas emocionales con las que lidiamos.

Aquel día llegue a clase sin sospechar siquiera lo que pasaría, sería el inicio de esta historia. El profesor algo retrasado en la hora, llegó presuroso para anunciar que tendríamos una práctica grupal. Me preocupé bastante, aun no estaba al corriente en la materia y ya seríamos evaluados, era imposible pensar que podría pasarlo por alto; no podía darme el lujo de reprobar, ni pensarlo, pero por suerte la práctica era grupal así que eso me alivió en parte porque podría trabajar con mis compañeros para salir airosa de la situación. Sobre la mesa se divisaban tres lápices con sus respectivos cuadernillos además de la hoja de la práctica, pero casi simultáneamente al inicio de nuestro trabajo en grupo llegaba a clase el más destacado del aula, ese acontecimiento hubiese pasado inadvertido de no ser por mis compañeros que al verlo llegar dejaron sus asientos para formar un nuevo equipo con el recién llegado. Me quede petrifica al verme excluida, no podía creer que me abandonaban sin importar que me quedaría sola a resolver la práctica (Los grupos se conformaban con máximo de tres estudiantes). Realmente quise llorar, pero no se equivoquen pues el llanto sería de cólera, de impotencia, que insensatez creer que eran amigos, realmente creí que ellos eran amigos pero al parecer me había equivocado, que amigo podría hacerte eso?. Minutos mas tarde mientras trataba de olvidar lo ocurrido, alguien me saludó, me preguntó si me encontraba bien; quizá notó lo preocupada que estaba, fue el único que se acercó de todos los que llegaron después, al levantar la mirada y ver a ese compañero que nunca antes había notado le expliqué que tenía problemas con la materia y que la hoja que tenía en manos sería calificada, el vio la hoja y dijo que me ayudaría que trabajaríamos en equipo y que no me preocupara tanto...

La historia acababa de empezar, desde ese entonces han pasado 12 años y si quieres saber todo lo ocurrido en ese tiempo lo estaré contando en este blog. Deja tus comentarios y sugerencias. Hasta la próxima, cuando vuelva a escribir la continuación a esta historia que aun no ha terminado.